
contrapuntos argentinos al mayo francés
"La transmisión no ocurre en el tiempo, sino en el espacio. El pensamiento que se transmite es el pensamiento que me hace pensar; que me hace pensar otra cosa; que me hace producir consecuencias. Se transmite el pensamiento que nos trae aquí porque trajo al que lo pensó a su aquí, es decir, a nuestro allí. Y así como lo indujo a estar en el lugar en el que estaba, nos induce a estar en el lugar en el que estamos. Si no, meramente citamos, establecemos la distancia temporal de él allí y nosotros en ningún lado".
[en AA VV, La transmisión del conocimiento. Ed. Altamira. Bs As. 2004]
Fotogramas que captan, en la urgencia del tiempo real, el acontecimiento. Pero sobre todo fotogramas atravesados por las propias interrogaciones, búsquedas y rechazos que se manifestaron en él. El cine en torno a Mayo del 68 es político no sólo porque documente, sea altavoz o denuncia de situaciones de opresión o lucha, sino porque la concepción, producción y circulación de las películas aparecen imantadas, en su factura, por las cuestiones esenciales que planteó el movimiento: la autonomía, la superación de las fronteras sociales, el surgimiento de nuevas subjetividades, la negación de toda forma de representación (política, sindical, intelectual)… Por las mismas preguntas que abrió al acontecimiento: ¿cómo puede expresarse un movimiento que rechaza "la indignidad de hablar por otros" en todos los planos, no sólo mediático, político o sindical, sino también cultural, artístico o intelectual? ¿Qué vuelve política a una imagen? ¿Qué hace militante al cine militante?
"Imágenes políticas: Mayo del 68 y contrapuntos argentinos" se propone entonces como un conjunto de proyecciones de películas articuladas a una serie de contrapuntos, conversaciones que buscan constituirse en dispositivo de transmisión: entre el 68 francés y el 68 argentino, entre el allí de los acontecimientos y situaciones del Mayo y "nuestro aquí": una multiplicidad de experiencias de autoorganización y producción audiovisual locales.
Creemos que la fidelidad no puede pasar por la repetición de las respuestas, sino por la reformulación de las preguntas alimentada por nuestra propia experiencia contemporánea. El 68 pone en primer plano la pregunta por la vida (cotidiana): la autotransformación personal y colectiva, la crisis subjetiva, la experiencia creadora, lo vivido, la toma de palabra en primera persona, todo ello está en el corazón de Mayo. Sin duda, hoy la vida sigue estando en el centro de la puja contemporánea, de ahí la contemporaneidad del 68. Pero hoy nos vemos obligados a añadir que el poder también ha aceptado las preguntas del 68, respondiéndolas a su modo. No sólo ha tratado de reprimirlas o silenciarlas. Así, de una sociedad burocrática basada en la represión-integración-racionalización de la vida, hemos pasado a una sociedad-red que la moviliza hasta casi desintegrarla (descomponiendo, desuniendo, deslocalizando, destituyendo, etc.), haciendo de cada uno de nosotros empresario de sí mismo. La época que comienza en el 68 es también una versión no revolucionaria de las consignas revolucionarias de los años 60.
Hoy, actualizamos la potencia de lo político liberada en Mayo cada vez que rechazamos que unos acumulen poder a costa de la pasividad del resto. Siempre que salimos de nuestros circuitos cerrados y tejemos lo común con el otro. Cuando tomamos la palabra sobre lo que nos afecta y desafiamos al sistema de representación (político, mediático, cultural o sindical) que nos la roba cotidianamente. El recuerdo de la autonomía social es lo que pretende erradicar la memoria oficial, porque su actualización creadora hace temblar a las élites que viven de decirnos lo que debemos ver, sentir y pensar.
::: programa :::
Martes 14/10 a las 19:
Grands soirs et petits matins (1978, 98'), dirigida por William Klein.
Mesa con David Cortés y Amador Fernández Savater.
Miércoles 15/10 a las 19:
CA 13, comité d'action du 13 ème arrondissement de Paris (1968, 48'), del Grupo ARC.
Mesa con Cristián Favre, Emiliano Boero (Planeta/x) y Franco Ingrassia.
Jueves 16/10 a las 19:
À bientôt, j'espère (1967, 43'), dirigida por Chris Marker y Mario Marret;
La Charnière (1968, 12') y Classe de lutte (1968, 40'),
ambas del Grupo Medvedkin de Besançon.
Mesa con Rubén Plataneo (Calanda Producciones) y Hugo Ojeda (Woki Toki).
Viernes 17/10 a las 19:
Oser lutter, oser vaincre (1968, 89'), dirigida por Jean-Pierre Thorn,
y La reprise du travail aux usines Wonder (1968, 11'), dirigida por Jacques Willemont.
Mesa con Roberto García (Mercado Solidario) y Manuel Núñez (Glosa).
Todas las proyecciones se realizarán en el Túnel 4 del Centro Cultural Parque de España. Gratis.
::: sinopsis de las películas :::
Grands soirs et petits matins (1978), William Klein, b/n, 98 min.
Diez años después de que, a instancias de los Estados Generales del Cine, hubiera rodado con la cámara al hombro los sucesos más relevantes que tuvieron lugar durante Mayo del 68 en el Barrio Latino de París, el fotógrafo y cineasta William Klein monta con el metraje original un documental que capta con extraordinaria intensidad la atmósfera de las manifestaciones, reuniones y debates públicos.
CA 13, comité d'action du 13 ème arrondissement de Paris (1968), Grupo ARC, b/n, 40 min.
Los Comités de Acción estudiantes-trabajadores supusieron tal vez la creación organizativa esencial de Mayo. Articulados por distritos, sostenían cotidianamente la insurrección: apoyo material a los huelguistas, difusión de información, lugar de encuentro... Este cortometraje capta la actividad de uno de ellos, legando el testimonio de una de las experiencias de mayor libertad del momento y más desconocidas hoy en día.
À bientôt, j'espère (1967), Chris Marker y Mario Marret, b/n, 43 min.
"¡Camaradas, vuestro peor enemigo es el silencio!". Así se dirige Marret a los obreros el día de su llegada a la planta textil de Rhodiaceta en Besançon, donde se está desarrollando una huelga que en muchos aspectos anticipa los sucesos de Mayo del 68. El documental se dirige a romper ese silencio al recoger las reflexiones de los obreros sobre sus condiciones de vida y trabajo, así como sus métodos de lucha.
La Charnière (1968), Grupo Medvedkin de Besançon, b/n, 12 min.
Sin imagen, La Charnière es una pura banda sonora que registra la discusión entre cineastas y obreros que tuvo lugar tras el estreno de À bientôt, j'espère. Ese debate daría lugar a la experiencia colectiva de los Grupos Medvedkin, dedicados a la producción y realización de películas militantes por parte de los propios obreros.
Classe de lutte (1968), Grupo Medvedkin de Besançon, b/n, 40 min.
Primera de las películas realizadas por los Grupos Medvedkin, llamados así en homenaje al cineasta soviético Alexander Medvedkin, que en la década de 1930 había llevado a cabo el proyecto del "cine-tren". Classe de lutte es, en buena medida, el retrato de Suzanne Zédet, militante de la CGT, y supone el paso definitivo de una "película militante sobre la condición obrera a una película obrera militante".
Oser lutter, oser vaincre (1968), Jean-Pierre Thorn, b/n, 89 min.
La huelga en la fábrica Renault de Flins fue especialmente relevante por el empeño de los obreros en no volver al trabajo a toque de silbato de la patronal, el gobierno y los representantes sindicales. La película propone un objetivo clarificador y militante: ayudar a comprender cómo la lucha de clases no sólo enfrenta a los trabajadores con un enemigo exterior, sino también interior: la traición sindical.
La reprise du travail aux usines Wonder (1968), Jacques Willemont, b/n, 11 min.
Un grupo de trabajadores frente a la fábrica de pilas Wonder. Una mujer grita que no piensa volver a trabajar, que la huelga ha sido traicionada y que el movimiento debe continuar sin regresar a la rutina de la sumisión. Representantes de la dirección, de los sindicatos y de grupúsculos tratan de calmar su rabia: "Ha sido una victoria ¿acaso no lo entiendes?".
107.5 | Rosario | Sta. Fe | Argentina
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